miércoles, 15 de abril de 2009

DANZAD! DANZAD! MALDITOS (I)

Es tiempo de festivales y de bailes, así en abstracto. ¿Por qué nos mola tanto EL BAILE? Entre otras cosas inexplicables mas allá de trances y fertilidades: nos armoniza con el entorno (todo baila agarrado y suelto a la vez según la mecánica cuántica), nos permite comunicarnos sin palabras, despertando así la mágica intuición primigenia (sonidos, luces, colores, formas...), nos integra pacificamente en un hábitat inherente y autoconscientemente óptimo (lo indie) y sobre todo anula la entropía (sensación de que la diversión nunca se acabará).
El buen tempo y la buena danza no entienden de panza, allí donde fueres muevete como pudieres...Aaahhhh! LA DANZA: esa esquiva musa y sus etereas maneras.
Esta primera entrega se la dedico al maestro Merce Cunningham, de quien aprendí a darlo TODO por las pistas de baile de media Galicia:


Oh! yo quiero verte danzar como los zíngaros del desierto con candelabros encima, o como los balineses en días de fiesta. Yo quiero verte danzar como derviches tourneurs que giran sobre la espina dorsal al son de los cascabeles del kathakali. Y gira todo en torno a la estancia mientras se danza, danza. Y la Radio Tirana transmite música balcánica mientras bailarines búlgaros, descalzos sobre braseros ardientes. En Irlanda del Norte, en verbenas de verano, la gente anciana que baila a ritmo de siete octavas.Y gira todo en torno a la estancia mientras se danza, danza. En el ritmo obsesivo la clave de ritos tribales, reinos de hechizos y de los músicos gitanos rebeldes. En la baja Padana en verbenas de verano, la gente anciana que baila, viejos valses vieneses.

Si algo me fascina de la danza postmoderna es su ilimitado poder de sugestión, teatralidad y postureo, afectación, autoconocimiento e interacción con todo y con todos y todas. Recomiendo realizarla espontáneamente allí donde invoqueis a los espíritus de la naturaleza (alquimia mediante) para disfrutar de una experiencia sensorial psicomotrizmente plena.

El desmelene como ruptura con la danza popular pretecnológica y la deconstrucción de la apolillada danza clásica para liberar el cuerpo y su lenguaje, sitúan al ser humano en la dimensión que le corresponde...

...el mundo: UN ESCENARIO.


Incluso (gracias a la escuela de Merce Cunningham) los nuevos modos post industriales y su feísmo arty subyúgan y epatan como nunca. Es tiempo de vivir, es tiempo de reir, es tiempo de daaanzaaarrrrrr!!!